05 octubre 2007

Mi abuelito

Hola a tod@s.

Hace más de un mes que no escribo. La razón es que ha sucedido algo horrible. Una guinda fatal para acabar el verano. Mi abuelito ha muerto.

La primera semana de septiembre, de pronto una noche empezó a toser y a ponerse morado. Le faltaba el aire. Mi abuelito vivía en Negreira con mi abuela, un pueblecito cerca de la Costa de la Muerte en Galicia. Mi abuela es bastante mayor, y ella sola no sabía que hacer, así que llamó a una ambulancia y fueron al hospital.

Allí lo ingresaron en la UCI y estuvo toda la noche conectado a una bombona de oxígeno. Al día siguiente mi abuela nos llamó llorando. Habían detectado un cáncer de pulmón a mi abuelito, y estaba muy extendido.

Mi abuelito era fumador. Lo hacía desde que tenía quince años, me dijo una vez. Mis recuerdos desde pequeña son verlo carraspeando a todas horas, y a veces con ataques de tos cuando se reía (cosa que hacía muchísimo, me encantaba la risa de mi abuelo). Mi padre decía que aquello sería lo que lo llevase a la tumba. Este mes se cumplió esa trágica profecía.

Y mi abuelito no volvió a salir del hospital. Estuvo quince días más en la cama, casi sin levantarse, hasta que finalmente todo acabó.

Mis padres, mi hermana y yo viajamos hasta Galicia para asistir al funeral. No puedo olvidar la terrible impresión que me llevé al ver a mi abuelito en el velatorio. Llevaba puesto un traje y le habían colocado las manos sobre su vientre, como si estuviese esperando algo. Tenía cerrados los ojos y le habían sellado la boca con una especie de cera, lo que hacía que sus labios brillasen, como si estuvieran pintados.
Odié muchísimo a los responsables de aquel tanatorio por haber hecho una cosa así. Esa última imagen distorsionada de mi abuelo me acompañará siempre que piense en él.
¿Por qué esa morbosa necesidad de mostrar su cuerpo? ¿acaso no bastaba con un ataud cerrado y una foto de él? ¿Qué necesidad hay de deformarnos así el recuerdo de mi abuelito?

Lloré mucho la muerte de mi abuelito. Aunque la mayor parte del año no lo veía, recuerdo que solían pasar las navidades con nosotros en Madrid, y cuando era pequeña siempre pasábamos un mes del verano en su casa.

Mi abuelo me llevaba de excursión por el campo, y muchas veces, cuando todavía conducía, íbamos hasta la playa. Juntos observábamos a los pájaros y buscábamos rastros de conejos en las fincas cercanas a su casa. Tenía un pequeño taller donde había todo tipo de herramientas, y allí construía pequeños juguetes de madera para mí. Si por alguna razón mi abuela se enfadaba conmigo debido a alguna travesura, él siempre estaba allí para consolarme.

Con mi abuelo subí por primera vez en un barco. Un barco pesquero de algún amigo suyo de la costa. Mi abuelo solía darme vino con gaseosa cuando cenábamos, lo cual me encantaba ya que en casa mi madre jamás lo habría permitido. Una vez incluso probé un chupito de whisky con él (es posible que sea un poco responsable de mi inclinación por la fiesta, je je)

Mi abuelo...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Naidleim, tu abuelo siempre estará contigo. Cuando pienses en él, le verás con su mejor sonrisa, con su cigarro..haciéndote reir. Sé lo que duele perder a alguien querido, pero con el paso de los años, acabas hablando a solas con ellos.
Un fuerte abrazo y cuidate

Anónimo dijo...

Se nota en tus palabras q tu abuelito ha sido muy especial para ti y seguro q el ya lo sabia
Es una pena q todo pasa (aunque todo queda tambien, como decia Machado)pero es lo q hay ¡aunque cuesta tanto asumirlo!
Cuida mucho a tu abuelita y dale muchos mimos q ella se sentira ahora mas sola...

Un abrazo para ti niña

Nox dijo...

Es dificil niña pero asi es la vida, te doy mi mas sentido pesame,a veces hay que sacar fuerzas de donde no las hay y seguir adelante, realmente siento mucho lo que te paso, cuidate y como dice romann cuida a tu auelita no la dejes en el olvido

orion_rigel dijo...

«Ahora tengo la cabeza despejada —pensó—. Demasiado despejada. Estoy tan claro como las estrellas, que son mis hermanas. Con todo, debo dormir. Ellas duermen, y la luna y el sol también duermen, y hasta el océano duerme a veces, en ciertos días, cuando no hay corriente y se produce una calma chicha»
Hemingway - El viejo y el mar

Lo siento mucho, princesa.

Anónimo dijo...

Lo siento mucho niña...

Pero sabes?

Aunque ahora estés tan dolida, y aún aplicando el topicazo de "el tiempo todo lo cura" tienes que quedarte con todo lo bueno que te ha dejado. Y aplicar todas las enseñanzas, todas las vivencias, y todos los recuerdos con tus hijos y tus nietos. Mi abuelo también era gallego y también se parecía enormemente al tuyo. Y ahora lo recuerdo con todo el cariño del mundo, y sus enseñanzas, las tengo guardadas en un rincón de mi corazón para, el día de mañana, poder ser una ABUELA.
Como ellos.
Un besazo.

naidleim dijo...

Muchas gracias a todos.
Sois los mejores.

Es una verdadera suerte abrir mi blog y descubrir todos estos mensajes. Incluso he llorado un poco.

Os quiero un montón. Palabra

Muchos besos