29 enero 2007

La Noche


Siempre he sido un animal de costumbres nocturnas

No sé porqué, pero la noche siempre me atrajo más que el día. La belleza de un cielo estrellado me provoca un estado plácido de bienestar y me calma. Tengo la sensación de que el tiempo pasa mucho más despacio y el aire es más limpio. Caminar por las calles desiertas de Compostela en las frías noche de invierno estrelladas es una de las pautas que sigo desde que llegué aquí.

Mi prima pienso que estoy un poco loca cuando de pronto a las doce y media me pongo la bufanda y el abrigo y abro la puerta
-¿A donde vas?
-Voy a dar un paseo. La noche está preciosa y quiero salir a respirar
-Tu no eres muy normal...¿Seguro que no has quedado con nadie?
-¿Que pasa? ¿No puedo salir a dar una vuelta si me apetece?
-¿Tu sóla? ¿Seguro que no has quedado con algún chico?...Seguro que si ¿verdad?¿Quien es?
-Bufff...mira, piensa lo que quieras, pero te aseguro que sólo voy a dar un paseo.
-Bueno, vale...¿Puedes subirme tabaco?

Así suele ser siempre que salgo. No sé porque me atrae tanto. Quizás fui un búho en una vida anterior...

O quizás tengo alma de vampira

No hay comentarios: