04 diciembre 2006

Tabaco

Ayer mis compañeras de piso y yo tuvimos una pequeña discusión por el tabaco. Marta fuma en casa, en el salón y a mí eso me horroriza. No soporto la peste del humo.
Total que por la noche, cuando estábamos las cuatro juntas mi prima se encendió un cigarro.
Yo -¿Que haces?
Marta - Nada
Yo - No enciendas ese pitillo joder, que luego la casa apesta
Marta - No importa. Abriré una ventana
Yo - Pero está lloviendo, va a entrar agua en el salón.
Marta - No importa. Luego lo fregaré.
Yo - Y además hace frío.
Marta - Entonces ponte una bata.
Yo - No me da la gana levantarme a por la bata sólo porque a tí te apetezca fumar.
Marta - Entonces ven aquí a que te abrace, te daré calor.
Yo - No pienso abrazarte cuando hueles a tabaco.
Marta - Entonces que sea Sofía la que te abrace.
Sofía - Estoy muy cómoda aquí tirada. No quiero que nadie se me eche encima.
Yo - ¿Lo ves?
Marta - Sofi, ya te vale. ¿No ves que la niña tiene frío?
Sofía - Entonces no abras la ventana.
Marta - Pero así la casa apestará a tabaco.
Yo - Pues no fumes.
Marta - Pero me apetece. Además es sólo uno, mañana lo dejo
Yo - Siempre dices lo mismo.
Marta - No entiendes lo difícil que es dejarlo.
Yo - Es muy fácil. Lo dejas y punto.
Marta - ¿lo dejas y punto? ¡Ja! No tienes ni idea. Intenta tú dejar de chatear.
Yo - No es lo mismo. Además ¿qué tiene eso que ver?
Ana - No viene a nada. Marta tiene ganas de jorobar.
Marta - ¿Y tú por que te metes?
Ana - Porque estás puteando a la niña y no me gusta.
Marta - No la estoy puteando. Sólo estamos dialogando.
Ana - Eso no es dialogar. No seas cínica.
Marta - (Dirigiéndose a mí) ¿Crees que te estoy puteando, cielo?
Yo - Claro que sí.
Marta - De eso nada. Lo que pasa es que estáis todas contra mí. ¿Estáis en una liga anti-tabaco o algo así?
Ana - No. Estamos en la liga anti-bordes.
Marta - No me llames borde. Además empezó ella.
Yo - ¡Ja! ¿Y quien se encendió un pitillo?
Marta - Si llego a saber que os ibais a poner así os juro que no lo enciendo.
Sofía - Marta...
Marta - ¿QUÉ?
Sofía - Tu cigarro...Se ha consumido enterito en el cenicero...

Bueno, la cosa fue así más o menos. El problema es que quince minutos después...

Yo -¿Que haces?
Marta - Nada
Yo - ¿Vas a encender otro? ¿No te dijimos que la casa apestaría?
Marta - No importa. Abriré una ventana...

Cada vez que Marta fuma un pitillo se monta. Lo curioso es que rara vez consigue dar más de dos caladas.

No hay comentarios: